De lunes a viernes.
Se me vienen a la cabeza muchas palabras para definir el FC Barcelona. Elegiré sólo tres: normalidad, profesionalidad y pasión. En este caso, el orden de los factores no alterará el producto. Sólo necesité unos minutos en las entrañas del Palau para entender algunas cosas; disponen de los recursos pero además creen en lo que hacen, lo sienten como propio y, sobre todo, consideran el deporte como una herramienta educativa para la vida.
Les gusta cuidar los detalles. En sus cuatro equipos de base (hablamos de la sección de futsal ) tratan siempre de tener seis jugadores de primer año y seis de segundo, en la medida de lo posible, de tal manera que puedan tener continuidad en la Escuela. En el filial es raro estar mucho más allá de los ventiún años, en muchos de los casos, deberán salir y seguir progresando. Eso lo tienen claro, no tanto por lo que puede crecer un jugador deportivamente teniendo más minutos o más peso en otros clubes y viviendo otras experiencias, sino por lo que conocen al salir de su entorno. La creación de nuevos hábitos y rutinas, la adaptación al cambio, ahí está el verdadero aprendizaje y eso, lo buscan.
Nos encontramos en un lugar en el que no hay entrenadores sino formadores de verdad. Cada equipo de la base tiene un entrenador titulado, que además posee Magisterio o alguna titulación relacionada con la docencia, y un ayudante que siempre es INEF. ¿Casualidad?. Los buscan con ese perfil. A parte de todo esto, después todos deben entender su filosofía, ese ADN Barsa que les caracteriza: “Si el jugador es bueno, tiene que estar aquí. Pero luego hay que currárselo, mucho”, nos confiesan, fieles a su dogma de los cinco días a la semana. Ese número tan de fútbol sala. “Nosotros competimos de lunes a viernes, ahí es donde te lo ganas todo, como en la vida”. Así lo entienden. Después, jugar el fin de semana es un premio para cualquier jugador, una consecuencia del trabajo realizado durante la semana.
Aquí no vale sólo con ganar, importa el cómo. Eso, el proceso del niño o niña deportista es vital para el FC Barcelona. Desde hace meses se apoyan en una nueva visión, Masía 360, donde la educación emocional, la acción educativa, la acción tutorial y los servicios de atención psicológica a la familia, el entorno del deportista y la retirada del deportista profesional, son sus seis pilares básicos. Y todavía no hemos hablado de técnica o táctica, o de fútbol sala en este caso. Importa poco. Esta temporada han ganado el Campeonato de España en categoría cadete y juvenil, la liga en Segunda División con el filial y el subcampeonato de Liga de Primera División. Esta es la bendita consecuencia.
Desde luego es una alegría comprobar como un gigante como el Barsa quiere fútbol sala y lo cuida. Más allá de escudos o simpatías, puede que sea un buen espejo donde mirarse y comprobar cómo entienden la vida a través del deporte y, en concreto, del nuestro, el fútbol sala.
Mientras tanto nosotros seguiremos luchando para acercaros un futsal diferente en nuestro día a día particular, compitiendo como hacéis muchos de vosotros, de lunes a viernes, para luego disfrutar del partido del fin de semana.
Bienvenidos a nuestro número cinco.
Director Futsal 360
Andrés Parada